23/1/17

No hay prueba de amor más grande que la de amar sin garantía, pero en estos tiempos de modernos ya nadie quiere correr el riesgo. Lo de hoy es el amor propio, dicen las noticias. Tal vez sólo es el tedio del siglo XXI, tal vez son todos muy modernos para creer en algo.

3/6/16



Qué va a saber usted de mí, si yo aún me sigo conociendo.


27/8/15

D e r i v a .


(De derivar)

1. f. Mar. Abatimiento o desvío de la nave de su verdadero rumbo por efecto del viento, del mar o de la corriente.


No vengo a hablarle con la lengua en almíbar ni a prometerle todos mis veranos, 
me detuve sólo porque sus ojos me llamaron al mismo tiempo que sus labios,
y son raros los ojos que me llaman y aún más los que me detienen,  
son inusuales los labios capaces de erizar estas duras pieles.

A veces le veo adherido a mis pestañas y otros días detrás de mi seno izquierdo, 
por debajo de la tráquea, entre el estómago y uno que otro de mis miedos.
A pesar de estar huyendo del naufragio, estoy navegando en su saliva, 
andaba escapando desde hace mucho, caballero, no sé si por desgaste o cobardía,
pero aquí me tiene usted flotando a la deriva, a la puta deriva.

17/8/15

Resucitar.
(Del lat. resuscitāre;de re y suscitāre,
despertar).
1. tr. Volver la vida a un muerto.

P
ara volver a nacer primero tuve que darme cuenta de mi muerte, porque no creas que es cosa fácil aceptarlo. Uno nunca sabe a la primera que está muerto, sucede tan lenta y sigilosa la agonía que nunca escuchas venir sus pasos, siempre llega así, sin anunciarse.
Y justo cuando menos lo esperabas y peor aún sin saberlo, te conviertes sólo en un cuerpo, en un vil contenedor de viseras y huesos.
Ya no eres quien eras, ni eras lo que eres, te mojas los labios como queriendo decirle algo al mundo pero nada sale ya de tu boca porque el vacío no respeta ni las palabras.





Yassir León.
Fotografía; Miguel Novelo.
 Quintana Roo, México.